Konami acusa a EA de copiar el Pro Evolution Soccer
El mundo de los videojuegos lleva varios años viviendo una pugna titánica entre dos compañías por hacerse con el mercado de los juegos de fútbol. Por un lado Konami y su Pro Evolution Soccer, y por otro, Electronic Arts y su FIFA. Desde que en 2001 saliese el PES, se abrió la veda de la innovación en el sector gracias a las posibilidades que ofrecían las nuevas plataformas.
Tras más de una década, Konami ha perdido la batalla en las últimas versiones y Jon Murphy, jefe de desarrollo del PES, se ha defendido de sus últimos fracasan acusando a EA de copiar sus planteamientos: “ellos empezaron con un juego que era totalmente diferente a PES y se fueron copiando hasta que empezaron tomando aspectos de PES, hasta lo que tienen ahora. Ha sido una sucesión de tomar elementos de PES y reconstruirlos”.
El Pro Evolution de Konami fue durante unos años garantía de éxito y EA Sports se vio obligada a seguir la estela con su FIFA. Y es que los videojuegos de fútbol son un mercado muy goloso para las compañías del sector. Se trata del deporte más popular del mundo, con legiones de aficionados y consumidores en la mayor parte de países. Europa, Latinoamérica, Asia… En todos lados hay ganas de sentarse y emular a los ídolos futbolísticos con un mando en la mano.
Consciente de que Konami le llevaba la delantera, EA tomó varias de las innovaciones de su rival para atraerse jugadores. Algo habitual en el ámbito de los videojuegos. La inspiración o la copia, más o menos velada, está a la orden del día en el sector. FIFA, gracias a su empeño y a su acuerdo de licencia con el máximo organismo futbolístico mundial ha logrado arrinconar a su competidor y lidera ampliamente las ventas.
Y es que el FIFA comenzó en 1993 como juego de fútbol para las consolas de 16 bits como la Mega Drive de Sega o la Súper Nintendo. Fue todo un acontecimiento, pero la irrupción años más tarde de PES terminó con su liderazgo. Konami fue capaz de dar una vuelta de tuerca definitiva a los juegos de fútbol incorporando un mayor control sobre los jugadores y unos gráficos fantásticos que maravillaron a los usuarios.
El enfado de Murphy es comprensible, ya que sus ideas fueron aprovechadas por la competencia. Pero él es consciente de que el mercado de los videojuegos funciona de este modo. Para próximas ediciones tendrá la oportunidad de volver a revertir la situación.