Comprar o Alquilar una vivienda ¿Qué es mejor?
Sin duda, la posible compra de una vivienda es la inversión más importante a la que una persona se enfrenta en su vida. Pero, ¿es realmente necesario y obligatorio tener una casa en propiedad?
En nuestro país, tradicionalmente se nos ha educado así. La herencia social y cultural nos ha inculcado que vivir de alquiler es tirar el dinero, que con lo que pagas de un alquiler te pagas la casa en propiedad y que alquilar supone un gasto, mientras que comprar es una inversión.
Nada más lejos de la realidad. Los países más desarrollados de Europa, como Alemania, Holanda, Dinamarca, Suecia o Francia están a la cabeza con un mayor número de viviendas en alquiler, mientras que en el polo opuesto se ha encontrado siempre España.
Cuesta cambiar esta situación, pero poco a poco está aumentando el número de personas que deciden alquilar en lugar de comprar. Esto se debe, principalmente, al aumento del precio de la vivienda, la dificultad con la que se encuentran los jóvenes para acceder a ella, la creciente movilidad laboral o la llegada, al mercado de la vivienda, de un número mayor de inmigrantes.
Sabiendo que las circunstancias personales y familiares serán fundamentales a la hora de decantarse por una opción u otra, desde Mi Trastero queremos darte tres razones importantes por las que el alquiler de pisos o casas se convierte en una opción muy válida en esta época de crisis que vivimos:
• Control de tu economía: puedes controlar con precisión el dinero que destinarás a tu vivienda cada mes, puesto que la renta del alquiler es más previsible que la variabilidad del interés de una hipoteca. Además, hay una serie de gastos que asume el casero como el seguro de la vivienda, gastos de comunidad, reparación de la mayoría de los electrodomésticos o averías y, en algunos casos, gastos de agua.
• Movilidad geográfica: si tienes que abandonar la vivienda por una situación personal o laboral, será más fácil llegar a un acuerdo con el casero que buscar un comprador con urgencia o malvender tu casa.
• Réplica ante problemas con el entorno: si no te gusta el barrio, tienes vecinos ruidosos o te cuesta encontrar aparcamiento, puedes abandonar más rápidamente un alquiler que si eres propietario.
Plantéate esta opción y descubrirás que al alquilar también puedes sentirte como en tu propia casa.